¿Se puede imprimir silicona en 3D? La guía completa para 2025

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Respondamos directamente a la pregunta principal: Sí, se puede imprimir en 3D con silicona 100% pura. Sin embargo, esto solo es posible con impresoras y métodos especiales de nivel profesional. No se puede hacer con una impresora FDM o SLA de escritorio común, como las que puedas tener en casa.

La principal razón de esta diferencia radica en el propio material. La silicona es un termoestable, no un termoplástico como el PLA o el ABS, materiales que se utilizan habitualmente en la impresión 3D amateur. Esta diferencia química exige un enfoque completamente distinto para la impresión 3D.

En esta guía, exploraremos cómo funciona esta tecnología. Abordaremos los siguientes temas:

  • ¿Por qué tu impresora habitual no puede realizar este trabajo?
  • Las tecnologías específicas que hacen posible la impresión con silicona real.
  • Las diferencias importantes entre la silicona 100% y los materiales comunes "similares a la silicona".
  • Usos reales y desafíos actuales a partir de 2025.

Limitaciones de las impresoras de escritorio

Para quienes hayan usado impresoras 3D de escritorio, probar un material nuevo suele implicar simplemente cambiar el carrete y ajustar algunas configuraciones. Con la silicona, los problemas radican tanto en el material como en el proceso. Comprender por qué esto no funciona evita errores costosos e intentos fallidos.

Termoestables frente a termoplásticos

La mayoría de las impresoras 3D de escritorio están diseñadas para trabajar con termoplásticos. Materiales como el PLA, el ABS y el PETG son plásticos que se funden al calentarse y se solidifican al enfriarse. Este proceso es físico y reversible, como derretir un cubito de hielo y luego congelarlo de nuevo. En teoría, estos materiales se pueden fundir y reutilizar muchas veces.

La silicona, por otro lado, es un termoestable. Generalmente se presenta como un sistema líquido de dos componentes (una base y un agente endurecedor). Al mezclarse, se inicia una reacción química llamada curado o vulcanización, que provoca que el líquido se endurezca permanentemente hasta convertirse en un sólido. No se puede simplemente volver a fundir. Es como cocinar un huevo: una vez cocido, no se puede convertir de nuevo en un huevo crudo y líquido. Este cambio químico permanente es la principal razón por la que una extrusora FDM estándar no puede procesar silicona.

Problemas de extrusión y curado

Incluso si pudiéramos depositar la silicona líquida, el proceso en sí plantea importantes desafíos para los equipos estándar.

En primer lugar, la silicona líquida suele ser un fluido espeso y pegajoso. Requiere un sistema de dispensación potente y muy preciso —a menudo una bomba de cavidad progresiva o un dispensador neumático— para manejar su espesor. Una extrusora simple accionada por engranajes, diseñada para extruir filamentos sólidos, no lograría controlar el flujo con precisión, si es que siquiera pudiera mover el material.

En segundo lugar, para que una pieza se construya capa por capa, cada capa depositada debe solidificarse casi instantáneamente para servir de soporte a la siguiente. La silicona requiere un mecanismo de curado activo que debe aplicarse inmediatamente después de su colocación. Las impresoras de silicona especializadas combinan una fuente de calor (como una lámpara halógena) o una luz UV que sigue al cabezal de impresión, curando el material durante la impresión. Una impresora FDM o SLA estándar carece por completo de esta funcionalidad combinada de curado y deposición.

Propiedad Termoplásticos (por ejemplo, PLA, ABS) Termoestables (por ejemplo, silicona)
Proceso Cambio físico (fusión/solidificación) Reacción química (curado/vulcanización)
Reversibilidad Reversible Irreversible
Estado inicial Filamento sólido o polvo Líquido o pasta
Tecnología común FDM, SLS LAM, Inyección de material

Tecnologías de silicona auténticas

Si bien las impresoras de escritorio no pueden realizar esta tarea, un campo en auge como la impresión 3D industrial ha resuelto los desafíos de imprimir silicona al 100%. De cara a 2025, algunas tecnologías clave lideran el camino, transformando la impresión 3D de silicona de un experimento de laboratorio a un proceso de fabricación práctico.

Fabricación de aditivos líquidos

La fabricación aditiva líquida (LAM) es uno de los métodos más importantes para imprimir piezas de silicona de alta calidad.

El proceso utiliza un sistema de impresión que deposita con precisión un material de silicona líquida, generalmente un sistema de dos componentes que se mezcla justo antes de la extrusión. Inmediatamente después de la boquilla de colocación, una fuente de calor de alta intensidad, normalmente una lámpara halógena o un elemento infrarrojo, pasa sobre el material. Este calor acelera rápidamente el proceso de vulcanización, curando la silicona líquida y convirtiéndola en una capa sólida y flexible. A continuación, la plataforma de impresión desciende y el proceso se repite.

Una característica clave de la fabricación aditiva láser (LAM) es su capacidad para producir piezas con propiedades isotrópicas, es decir, con la misma resistencia en todas las direcciones. Los componentes resultantes presentan propiedades mecánicas y térmicas muy similares a las obtenidas mediante el moldeo por inyección tradicional, lo que la convierte en una técnica ideal para prototipos funcionales y piezas de uso final.

Inyección de material (DOD)

La impresión por inyección de material, también conocida como impresión bajo demanda (DOD), funciona de forma muy parecida a una impresora de inyección de tinta 2D, pero crea objetos en tres dimensiones.

En este proceso, un cabezal de impresión con cientos de diminutas boquillas expulsa microgotas de silicona líquida sobre una plataforma de construcción. Una lámpara UV, integrada en el cabezal, pasa inmediatamente sobre la capa expulsada, curándola al instante. A continuación, la plataforma desciende ligeramente y se deposita y cura la siguiente capa.

Las principales ventajas de la inyección de material son su excepcional precisión y resolución, que permiten obtener detalles muy finos y acabados superficiales lisos. Además, abre la puerta a la impresión multimaterial, donde una misma pieza puede imprimirse con diferentes colores o propiedades de material (por ejemplo, distinta dureza Shore) mediante la inyección de diferentes materiales desde conjuntos de boquillas independientes.

Métodos de impresión emergentes

El sector está en constante evolución. Otros métodos, como los que utilizan sistemas de presión neumática para extruir siliconas monocomponentes de alta viscosidad, también se encuentran en fase de desarrollo y uso. Estos sistemas se centran en controlar con precisión el flujo de materiales espesos que no requieren curado térmico, sino que pueden curarse con la humedad ambiental u otro mecanismo.

Entre estas tecnologías avanzadas, una de las capacidades más significativas es la de imprimir siliconas con una amplia gama de niveles de dureza. Dependiendo del material y el proceso específicos, es posible crear piezas desde una consistencia similar a un gel (Shore 00-20) hasta una firme pero flexible (Shore A 60 o superior), todo ello dentro de la misma familia tecnológica.

Silicona frente a materiales similares a la silicona

Uno de los mayores puntos de confusión en la comunidad de impresión 3D es la diferencia entre la silicona termoestable pura (100%) y los materiales flexibles, similares a la silicona, disponibles para impresoras de escritorio. Si bien estas alternativas son útiles, sus propiedades son fundamentalmente diferentes, y elegir la incorrecta puede llevar al fracaso del proyecto.

Alternativas flexibles comunes

Para las impresoras FDM (modelado por deposición fundida), el material flexible más común es el TPU (poliuretano termoplástico). Se trata de un elastómero termoplástico duradero y resistente al desgaste que se presenta en bobina y se imprime de forma similar a otros filamentos estándar, aunque con ajustes específicos de velocidad y retracción.

Para las impresoras SLA (estereolitografía), se dispone de diversas resinas fotopoliméricas "flexibles" o "elásticas". Estas resinas líquidas se curan mediante luz ultravioleta para formar objetos flexibles. Permiten producir piezas con un excelente nivel de detalle y un tacto muy suave.

Es importante recordar que, si bien estos materiales son flexibles y pueden cumplir muchas de las mismas funciones, no son silicona.

Comparación de propiedades

Para tomar una decisión fundamentada, debemos comparar los materiales en función de las propiedades relevantes para aplicaciones exigentes. La elección correcta depende por completo del uso previsto de la pieza.

Característica Silicona impresa en 3D auténtica TPU (Filamento flexible)
Tipo de material Termoestable Termoplástico
Resistencia a la temperatura Excelente. Estable desde aproximadamente -50 °C hasta más de 200 °C. Malo. Se ablanda significativamente por encima de los 80 °C; baja temperatura de transición vítrea.
Resistencia química/a los rayos UV Superior. Altamente resistente a numerosos productos químicos, al ozono y a la radiación UV. Es bueno, pero puede degradarse con la exposición prolongada a los rayos UV y es susceptible a ciertos aceites/solventes.
biocompatibilidad Existen opciones de grado médico ampliamente disponibles y certificadas para el contacto con la piel (ISO 10993). Generalmente no están certificados para el contacto con la piel, aunque existen algunas calidades especializadas.
Elasticidad y resistencia al desgarro Gran elongación y excelente resistencia al desgarro. Recupera bien su forma original (baja deformación permanente por compresión). Buena elongación y alta resistencia a la abrasión, pero puede deformarse permanentemente bajo carga sostenida.
Rango de dureza (Shore) Gama muy amplia, desde geles extremadamente blandos (Shore 00) hasta elastómeros firmes (Shore A). Gama más limitada, generalmente a partir de una dureza Shore 70A más firme.
Tecnología de impresión Industrial especializado (LAM, chorro de agua) FDM de escritorio estándar

Áreas clave de aplicación

La capacidad de imprimir en 3D con silicona auténtica ha abierto nuevas posibilidades en diversos sectores de alto valor. Esta tecnología ya no es solo un tema de investigación; está resolviendo activamente desafíos de ingeniería reales.

Servicios médicos y sanitarios

Este es, sin duda, el sector más grande e influyente para la impresión 3D con silicona. Las propiedades naturales del material lo hacen ideal para uso médico. Entre sus aplicaciones se incluye la creación de modelos anatómicos personalizados para la planificación y el entrenamiento quirúrgico, lo que permite a los cirujanos practicar con una réplica táctil y realista del órgano del paciente. También se utiliza para prototipar y producir dispositivos a medida, como audífonos, prótesis de tejidos blandos y componentes flexibles para instrumental médico. La disponibilidad de siliconas de grado médico que cumplen con estándares de biocompatibilidad como la ISO 10993 es fundamental para estas aplicaciones de contacto con la piel y de uso interno.

Prototipado industrial

En la fabricación y la robótica, la velocidad y la personalización son fundamentales. La impresión 3D de silicona permite a los ingenieros prototipar rápidamente piezas como juntas, empaquetaduras y carcasas complejas que requieren flexibilidad y resistencia a los cambios de temperatura. Una de sus principales aplicaciones es la robótica, para la creación de pinzas blandas personalizadas y herramientas de extremo de brazo. Estas pinzas pueden diseñarse para manipular objetos delicados o de formas irregulares sin dañarlos, una tarea difícil para las pinzas rígidas tradicionales.

Bienes de consumo y audio

El mercado de la electrónica de consumo y los dispositivos portátiles se beneficia de la capacidad de crear componentes suaves al tacto, duraderos e hipoalergénicos. La creación de prototipos de correas de reloj flexibles, carcasas protectoras para dispositivos electrónicos o empuñaduras ergonómicas es mucho más rápida con la impresión 3D que con el moldeo tradicional. En audiología, esta tecnología supone una revolución para la producción de auriculares, monitores intrauditivos y protectores auditivos personalizados. Un escaneo digital del oído se traduce directamente en un dispositivo perfectamente ajustado, cómodo y con aislamiento acústico.

Realidades prácticas en 2025

Aunque el potencial de la impresión 3D de silicona es enorme, es importante mantener una perspectiva realista. A partir de 2025, no se trata de una tecnología sencilla. Persisten importantes barreras y complejidades que la sitúan firmemente en el ámbito profesional e industrial.

Alta barrera de entrada

El principal desafío es el costo. Las máquinas especializadas necesarias para la fabricación aditiva por láser (LAM) o la inyección de material son sistemas de grado industrial. La inversión inicial en el equipo, junto con las mejoras necesarias en las instalaciones, como la ventilación y la creación de entornos limpios, asciende a decenas o incluso cientos de miles de dólares. Esto dista mucho del precio accesible de una impresora FDM de escritorio.

La manipulación de materiales añade otra capa de complejidad. No se trata solo de cargar una bobina. Implica mezclar cuidadosamente sistemas líquidos de dos componentes, a menudo al vacío para eliminar el gas y evitar burbujas de aire microscópicas que pueden arruinar una impresión. Constantemente se trabaja contrarreloj con el tiempo que dura el proceso de curado del material en el tanque. Esto requiere un proceso controlado y un espacio de trabajo limpio y organizado.

Una curva de aprendizaje pronunciada

El manejo de estos sistemas requiere una gran experiencia. Configurar los parámetros de impresión óptimos es mucho más complejo que para FDM o SLA. El operador debe dominar la relación entre la velocidad de colocación, el caudal del material, la intensidad del curado y la temperatura ambiente. Una pequeña desviación puede provocar un fallo de impresión, y el proceso de ensayo y error exige un profundo conocimiento de la ciencia de los materiales. Además, a menudo se requiere un postprocesamiento. Es posible que las piezas necesiten limpiarse del material de soporte o someterse a un curado final en horno para alcanzar sus propiedades mecánicas óptimas.

Servicios por encima de la propiedad

Ante estos desafíos, para la gran mayoría de particulares, startups e incluso muchas pequeñas y medianas empresas, la propiedad directa de la maquinaria no resulta práctica. La forma más eficaz y accesible de utilizar esta tecnología es a través de empresas especializadas en servicios de impresión 3D. Estas empresas ya han invertido en equipos y, lo que es más importante, en la experiencia operativa necesaria para producir con éxito piezas de silicona de alta calidad. Este modelo permite acceder a la tecnología para cada proyecto sin la elevada inversión inicial ni la curva de aprendizaje pronunciada.

¿Es adecuado para ti?

Así pues, tras explorar la tecnología, sus alternativas y sus desafíos, ¿cómo decidir si la silicona impresa en 3D es la opción adecuada para su proyecto?

Hemos constatado que la impresión 3D de silicona es una realidad palpable en 2025. Sin embargo, se trata de un proceso industrial, fundamentalmente distinto al de la impresión 3D doméstica. La decisión de utilizarla depende de una evaluación precisa de sus necesidades.

  • Si su proyecto requiere propiedades que solo la silicona auténtica puede proporcionar —como resistencia a altas temperaturas, biocompatibilidad certificada para el contacto con la piel o un nivel de dureza muy bajo—, entonces explorar un servicio profesional de impresión 3D que ofrezca silicona auténtica es la mejor opción.

  • Si necesitas una pieza flexible y duradera para la creación de prototipos de uso general y tienes acceso a una impresora de escritorio, comenzar con un filamento de TPU de alta calidad (para FDM) o una resina flexible (para SLA) es una solución mucho más práctica, accesible y rentable.

  • Si usted representa a una gran empresa, institución de investigación o compañía de dispositivos médicos con un presupuesto significativo y una necesidad recurrente de piezas de silicona personalizadas, entonces investigar la propiedad directa de un sistema especializado de impresión de silicona podría ser una inversión estratégica sólida.

La tecnología de impresión 3D de silicona sigue evolucionando, y podemos esperar que se vuelva más accesible con el tiempo. Por ahora, en 2025, se presenta como una herramienta poderosa para quienes comprenden sus capacidades y saben cómo acceder a ella eficazmente.

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