La guía definitiva para 2025

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Pintar una impresión 3D la transforma de un simple objeto de plástico en un producto terminado, una miniatura detallada o un prototipo realista. Sin embargo, el proceso va más allá de simplemente aplicar una capa de color. Un buen trabajo de pintura comienza con una preparación meticulosa. Esta guía te ofrece un proceso completo, impartido por expertos, para convertir tus impresiones FDM y de resina en bruto en piezas con un acabado profesional. Cubriremos cada etapa importante, desde la limpieza inicial y el alisado de la superficie hasta el detallado avanzado y el sellado protector final.

Por qué la preparación es clave

El mayor error al aprender a pintar impresiones 3D es apresurar la preparación. Las impresiones sin procesar, especialmente las de impresoras FDM, tienen líneas de capa muy visibles, y tanto las impresiones FDM como las de resina pueden presentar imperfecciones debido a las estructuras de soporte. La pintura no es un relleno; es una película delgada que se adapta a la forma de la superficie. Sin una preparación adecuada, cada línea de capa e imperfección se notarán más. Una superficie lisa y bien preparada es la única manera de obtener un acabado perfecto. El tiempo invertido en la preparación se ve recompensado en el resultado final.

Limpieza posterior a la impresión

Tu trabajo comienza en el momento en que finaliza la impresión. El primer paso es limpiar la pieza en bruto y eliminar cualquier estructura temporal.

Retirar soportes

Las estructuras de soporte son necesarias para muchas impresiones 3D complejas. Eliminarlas limpiamente es el primer reto del postprocesamiento. Para impresiones FDM, utilice diferentes herramientas. Los alicates permiten romper secciones grandes, mientras que los alicates de corte al ras permiten cortar los soportes cerca de la superficie del modelo. Un cúter afilado es esencial para cortar con cuidado los puntos de contacto más difíciles. Para impresiones de resina, suele ser mejor eliminar los soportes después de un lavado inicial, pero antes del curado final. El material parcialmente curado es menos quebradizo, lo que reduce el riesgo de crear abolladuras o cráteres en la superficie del modelo. Trabaje siempre con cuidado para evitar dañar la impresión.

Lijado inicial

Tras retirar los soportes, quedarán pequeñas protuberancias o zonas ásperas. Es necesario un lijado inicial rápido para alisarlas. Utilice papel de lija grueso, de grano entre 120 y 220. El objetivo no es conseguir una superficie perfecta, sino eliminar las imperfecciones más visibles. Esto crea una base más uniforme para el proceso de alisado posterior.

Preocupaciones específicas del material

Las dos tecnologías de impresión 3D más comunes, FDM y SLA, producen piezas con características superficiales muy diferentes. Su método de alisado debe ajustarse en consecuencia.

Impresiones FDM (PLA, ABS, PETG)

Las impresiones por modelado por deposición fundida (FDM) se construyen capa por capa, lo que genera las características líneas de capa que dificultan un acabado liso. El proceso de alisado para FDM se centra en disimular estas líneas. El lijado es el método más directo, pero en impresiones con líneas de capa profundas, puede ser un proceso largo y laborioso. Aquí es donde las masillas y las imprimaciones especiales resultan muy útiles.

Impresiones en resina (SLA/DLP)

La estereolitografía y otros métodos de impresión con resina producen piezas con un acabado superficial inicial mucho más liso, a menudo sin líneas de capa visibles. El principal reto consiste en eliminar las pequeñas protuberancias que dejan los puntos de contacto de los soportes. Es fundamental asegurarse de que la resina impresa esté bien lavada y completamente curada antes de comenzar cualquier lijado agresivo. Lijar resina sin curar o parcialmente curada supone un riesgo para la seguridad y produce un acabado deficiente. Utilice siempre guantes al manipular resina sin curar y una mascarilla respiratoria al lijar para evitar inhalar partículas finas.

El arte de lijar

El lijado es un paso necesario para lograr un acabado de pintura de alta calidad. Es un proceso de mejora en el que se eliminan sistemáticamente los arañazos con lijas cada vez más finas hasta que resultan invisibles a simple vista.

Lijado en húmedo vs. lijado en seco

Aunque es posible lijar las impresiones en seco, recomendamos encarecidamente el lijado en húmedo. Al mojar la lija, se obtienen varias ventajas. El agua actúa como lubricante, lo que facilita el lijado y proporciona un acabado más fino. Además, atrapa el polvo de plástico, evitando que se disperse en el aire, lo cual es mejor para la salud. Por último, el agua ayuda a prevenir que la lija se obstruya con plástico, prolongando su vida útil y haciendo el trabajo más eficiente.

Lijado de grano progresivo

La clave para un lijado exitoso es la progresión. No pases de un grano muy grueso a uno muy fino de golpe. Comienza con un grano bajo, alrededor de 220, para eliminar las imperfecciones principales. Una vez que la superficie esté uniforme, pasa a un grano más fino, como 400, para eliminar los arañazos que dejó el grano 220. Continúa este proceso, pasando por granos 600, 1000 e incluso más finos si deseas una superficie lisa como el cristal. Cada paso debe centrarse en eliminar las marcas del anterior. Este enfoque metódico es la única manera de lograr una superficie realmente lisa para pintar.

Rellenando imperfecciones

El lijado por sí solo puede no ser suficiente para disimular las líneas profundas de la pintura o las grietas difíciles. Aquí es donde entran en juego las masillas. Una masilla es un material pastoso que se utiliza para rellenar hendiduras, juntas y otras imperfecciones, y que luego se lija hasta obtener una superficie lisa.

Elegir un relleno

Existen varias categorías de rellenos adecuados para impresiones 3D. Las masillas epoxi de dos componentes son excelentes para rellenar grandes huecos y se pueden moldear antes de que se sequen. Las masillas para retoques en automoción son más finas y perfectas para cubrir superficies y rellenar pequeños arañazos y poros. Algunos fabricantes también obtienen buenos resultados con la masilla para madera en impresiones FDM, ya que es fácil de aplicar y lijar. Para impresiones con resina, una técnica ingeniosa consiste en usar una gota de la misma resina líquida para rellenar una protuberancia de soporte y luego curarla instantáneamente con una linterna UV antes de lijar.

Técnica de aplicación

La regla para aplicar masilla es hacerlo en capas finas y precisas. Usa una espátula pequeña o una herramienta de modelismo para presionar la masilla en los huecos o raspa una capa fina sobre una zona texturizada. Es mejor aplicar dos o tres capas finas que una sola capa gruesa y desprolija. Deja que la masilla seque completamente según las instrucciones. Una vez seca, lija hasta que quede al ras con la superficie circundante, utilizando el mismo método de grano progresivo que antes. El objetivo es lograr una transición perfecta entre la masilla y el plástico.

La solución en aerosol

Para las impresiones FDM con líneas de capa persistentes, una de las técnicas más efectivas para aprender a pintar impresiones 3D es utilizar una imprimación de alto espesor o "relleno".

Usando imprimación de relleno

Este tipo de imprimación es una pintura espesa y lijable que cumple una doble función. Prepara la superficie y, al mismo tiempo, rellena arañazos microscópicos y pequeñas líneas de capa. El proceso es cíclico: aplique una capa fina de imprimación, déjela secar completamente y, a continuación, lije hasta obtener una superficie lisa con una lija de grano medio (por ejemplo, de grano 400). Verá cómo la imprimación se desprende de las zonas elevadas, mientras que permanece en las zonas bajas (las líneas de capa). Repita este proceso dos o tres veces. Cada ciclo rellena las zonas bajas, nivelándolas con las zonas elevadas, hasta conseguir una superficie perfectamente uniforme y lisa.

Por qué debes prepararte

Después de lijar y rellenar, no omita el paso final de la imprimación. Una imprimación específica es diferente de una imprimación de relleno; su función no es rellenar, sino preparar la superficie para la pintura. Este paso es fundamental por tres razones. Primero, proporciona una capa adhesiva uniforme sobre la que las capas de color se adhieren, evitando que se desconchen o se pelen posteriormente. Segundo, crea un color base neutro, asegurando que los rojos se vean rojos y los azules azules, sin la influencia del color del plástico subyacente. Finalmente, una capa fina y uniforme de imprimación es la herramienta de inspección definitiva. Revelará al instante cualquier pequeño arañazo o defecto que haya pasado desapercibido durante el lijado.

Cómo elegir tu imprimación

Las imprimaciones están disponibles en aerosol o líquidas para aerógrafo. Para la mayoría, las imprimaciones en aerosol son una opción práctica y eficaz. Para una mejor adherencia, busque imprimaciones específicas para plásticos. El color de la imprimación es importante. Una imprimación gris es una excelente opción multiusos que funciona bien con la mayoría de los colores. Use una imprimación blanca si va a pintar con colores brillantes como el amarillo o el naranja. Una imprimación negra proporciona una base excelente para colores oscuros y es especialmente útil para crear sombras intensas y efectos metálicos.

Técnica de preparación

Una técnica de imprimación adecuada es esencial para un acabado liso. Trabaje en un área bien ventilada, libre de polvo y con temperatura y humedad moderadas. Agite bien el bote durante al menos un minuto. Mantenga el bote a unos 15-25 cm de la maqueta y aplique la imprimación con pasadas cortas y amplias. Es mucho mejor aplicar dos o tres capas muy finas que una capa gruesa, ya que esta última puede ocultar detalles y crear goteos. Deje secar completamente cada capa antes de aplicar la siguiente. Una vez seca la última capa, inspeccione la maqueta bajo una luz brillante. Si encuentra algún defecto, ahora es el momento de lijar ligeramente la zona afectada y volver a imprimar.

Dando vida a tu modelo

Con una superficie perfectamente imprimada, ya puedes disfrutar de la parte más gratificante del proceso: pintar. La elección de la pintura y el método de aplicación definirán el aspecto final de tu maqueta.

Cómo elegir la pintura

Las pinturas acrílicas son las más comunes y fáciles de usar para principiantes en impresiones 3D. Son a base de agua, lo que significa que tienen poco olor y se limpian fácilmente con agua. Vienen en una amplia gama de colores y son aptas tanto para pintar con pincel como con aerógrafo (con la dilución adecuada). Las pinturas de esmalte y laca son alternativas a base de disolvente. Se caracterizan por su gran durabilidad y acabado liso, pero requieren mayor ventilación y diluyentes especiales para su limpieza. Para la mayoría de los proyectos, las pinturas acrílicas ofrecen el mejor equilibrio entre rendimiento y facilidad de uso.

Métodos de aplicación

Existen tres formas principales de aplicar pintura a tu maqueta.

Pintura con pincel

La pintura a pincel es el método más accesible y ofrece el mayor control artístico. Es ideal para pintar miniaturas, añadir detalles finos y crear efectos como el envejecimiento. La clave para una buena técnica de pincel es diluir la pintura. Una gota de agua o diluyente acrílico romperá la tensión superficial y permitirá que la pintura fluya suavemente del pincel, eliminando las pinceladas. Aplica varias capas finas y translúcidas en lugar de una gruesa y opaca para conseguir un color rico y uniforme.

Pintura en aerosol

Los aerosoles no solo sirven para imprimar. Son excelentes para aplicar capas base o pintar maquetas grandes con un solo color uniforme. La técnica es idéntica a la de la imprimación: aplicar ráfagas cortas y uniformes manteniendo el aerosol en movimiento. Este método proporciona un acabado muy liso con mínimo esfuerzo, pero carece de la precisión necesaria para trabajos de detalle.

Aerografía

El aerógrafo es la herramienta definitiva para el pintor profesional. Atomiza la pintura en una fina y controlable pulverización, lo que permite lograr capas base increíblemente suaves, degradados de color impecables y un trabajo de detalle preciso. Si bien el uso del aerógrafo requiere un aprendizaje más complejo y una inversión inicial en equipo (el aerógrafo y un compresor), ofrece un nivel de calidad y control inigualable.

Detallado avanzado

Una vez que tengas los colores base, puedes agregar detalles que harán que tu modelo destaque.

Enmascaramiento

Para crear líneas nítidas y definidas entre secciones de diferentes colores, utiliza cinta de enmascarar. La cinta de pintor es la herramienta más común. Aplícala firmemente sobre la zona que deseas proteger, presionando los bordes para evitar que la pintura se filtre por debajo. Para curvas complejas, las cintas especiales para modelismo son más flexibles. Otra opción es la máscara líquida: se aplica un fluido gomoso sobre la maqueta, se deja secar y, una vez pintada, simplemente se retira.

Lavados y erosión

El lavado es una pintura oscura muy diluida que se aplica generosamente sobre una superficie. La gravedad y la capilaridad hacen que el pigmento oscuro penetre en los recovecos, las líneas de panel y las hendiduras de la maqueta. Al retirar el exceso de las superficies en relieve, el lavado permanece en los detalles, creando instantáneamente una sensación de profundidad y sombra. Esta es una de las maneras más rápidas de añadir realismo.

Cepillado en seco

El pincel seco es lo opuesto al lavado; se utiliza para resaltar detalles en relieve. Para ello, moja un pincel plano en pintura y luego retira casi toda el exceso con una toalla de papel hasta que el pincel parezca seco. Desliza suavemente el pincel de un lado a otro sobre las texturas en relieve de tu modelo. La pequeña cantidad de pigmento restante se adherirá solo a los puntos más altos, creando un efecto de luz natural que realza los detalles.

El sello protector final

Una vez que la pintura esté terminada y completamente seca, debe protegerla con una capa transparente o barniz. Este paso final es imprescindible.

El propósito del sellado

Una capa de barniz transparente cumple dos funciones. En primer lugar, y lo más importante, proporciona una capa protectora duradera y transparente que protege tu trabajo de arañazos, desconchones, humedad y decoloración por la luz ultravioleta. En segundo lugar, unifica el acabado de tu maqueta. Las distintas pinturas pueden tener diferentes brillos, y una capa de barniz transparente le da a toda la pieza un acabado uniforme y coherente.

Tipos de barnices transparentes

Las barnices transparentes, que suelen aplicarse con aerosol, se presentan en tres acabados principales. El acabado mate no refleja la luz y es ideal para maquetas militares, figuras realistas y cualquier objeto que no deba brillar. El acabado brillante refleja la luz y es perfecto para crear un efecto mojado, un acabado pulido de coche o un brillo intenso. El acabado satinado (o semibrillante) es un término medio, ya que ofrece un ligero brillo que luce natural en muchas superficies. Elija el acabado que mejor se adapte a su maqueta y aplíquelo como si fuera imprimación: dos o tres capas finas en un entorno limpio y libre de polvo.

Conclusión

Pintar impresiones 3D es una habilidad que combina la preparación técnica con la aplicación artística. Como hemos visto, el camino hacia un resultado impresionante sigue una secuencia clara: preparar la superficie, alisar todas las imperfecciones, imprimar para la adhesión, aplicar los colores con cuidado y sellar para protegerla. No hay atajos. La paciencia y la disposición para practicar son tus mejores aliados. Sumérgete en el proceso y encontrarás una inmensa satisfacción al dar vida a tus creaciones digitales con color y detalle.

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